El evento más representativo del proyecto PFC se bautizó con el mismo nombre y se celebra (principalmente) el 18 de mayo, en diferentes ciudades de todo el mundo; fecha que se ha hecho coincidir con el día internacional del museo, proponiendo una comparación de ambos puntos de vista en cuanto a la idea de lo que es o debe ser «arte».

El museo es uno de los emblemas insignias del «arte» como institución, a la vez que uno de los entes conservadores que alimentan el aislamiento del mismo con respecto a las personas. Ello implica la negación práctica del libre acceso en los términos que describe la propia institución, relegando al conjunto de la sociedad a un papel secundario contemplativo. El evento PFC pretende ser una crítica a esa forma privada de entender el «arte», una denuncia de la misma, intentando crear esa conciencia individual y social que rompa con la división arte/persona y arte/sociedad. No se trata, pues, de sumarse al día internacional del museo, sino una crítica al mismo, llevando a la práctica la demostración que el «arte» es de todos y algo público (no se necesitan espacios cerrados, ya que como algo de todos, público, está presente también en la calle, para quien sepa verlo).